
El preamplificador es una de las partes del equipo de audio más olvidadas. Esto se puede explicar por el hecho de que es muy poco interactiva. Además, es habitual que venga integrado en otros componentes como las interfaces o las mesas de mezcla.
Sin embargo, es un error subestimar su importancia, de hecho, es uno de los componentes del equipo que más influye en la calidad de las grabaciones.
Pero empecemos por lo básico:
Tabla de contenidos
¿Qué es un Preamplificador?
Un preamplificador es un dispositivo electrónico que se encarga de amplificar una señal eléctrica débil hasta convertirla en una señal lo suficientemente fuerte y limpia, de manera que pueda ser procesada por el resto del equipo.
Esta definición es muy general. En el mundo del audio esa señal eléctrica vendría a ser la señal de audio, el equipo que produce esa señal sería un micrófono o un instrumento grabado en línea y el resto del equipo serían los EQ’s, compresores, altavoces…
La señal que produce el micrófono tiene una amplitud muy inferior a la que necesitan el resto de tu equipo. Por lo tanto, se necesita mucha ganancia (30-60 dB) para alcanzar el nivel de línea, es decir, el nivel estándar del resto del equipo.
Las guitarras y los bajos necesitan menos ganancia, normalmente entre 20 y 30 dB. Incluso algunos sintetizadores necesitar un poco de preamplificación para alcanzar el nivel de línea.
Vamos, que necesitas un preamplificador para prácticamente toda fuente de sonido. Y como puedes comprobar, cuando ajustas la ganancia estás trabajando con el preamplificador.
Además, todas las señales de audio son propensas a interferencias, que provocan ruidos indeseados. En las señales débiles el ruido tendrá mucho mayor volumen en relación con la señal.

Es por esto que es tan importante el papel del preamplificador, pues amplifica la señal de manera óptima antes de que sea grabada o procesada. De esta manera el ruido es casi imperceptible.
Pero antes de que intentes vender la enciclopedia del salón para comprarte un preamp externo, he de decirte que la mayoría de las interfaces de audio tienen preamplificadores integrados.
Es cierto que las interfaces más caras van a tener incorporados mejores preamplificadores, pero hasta las más básicas tienen una calidad suficiente como para ir empezando.
Pero entonces…
¿Necesito un Preamplificador externo?
Tengo que decirte de antemano que, en mi opinión, es una de las últimas partes que deberías mejorar de tu equipo.
Con un buen preamplificador puedes darle un último empujoncito a una voz perfectamente grabada con un buen micro, pero no conseguirás hacer de un bodrio una maravilla.
Si a pesar de esto crees que puede haber llegado el momento de actualizarse, estas son las ventajas que puedes esperar:
- Mejor calidad de sonido: Lo notarás especialmente cuando utilices ganancias altas. Esto sucede, por ejemplo, con micrófonos dinámicos que, como hemos visto antes, pueden utilizar ganancias de hasta 60 dB’s.
Los circuitos de los preamplificadores externos son más sofisticados y están preparados para conservar la transparencia aun con ajustes altos de ganancia. - Más ganancia: Mientras que los preamps incorporados en las interfaces no suelen ofrecer más de 60 dB’s, los preamps externos pueden ofrecer hasta 70 dB’s.
Esto es especialmente útil para micrófonos dinámicos de cinta.
- Menor ruido: Los preamplificadores internos ya tienen unos niveles de ruido muy bajos, pero si queremos, por ejemplo, grabar cosas a muy bajo volumen con micrófonos de cinta, puede que notemos una reducción del ruido.
- Coloración del sonido: Esta es quizás una de las mayores razones para comprarse un preamp externo.
Los preamps que vienen incorporados en las interfaces suelen focalizarse en la transparencia, pero algunos preamps externos añaden cierta coloración al sonido que es muy difícil de conseguir de otro modo.
- Extras: Los preamps externos tienen controles extras como el invert, que invierte la fase de la señal. Otros tendrán controles para la impedancia, que cambia la distorsión harmónica que recibe. También puedes encontrarte con filtros de frecuencias altas/bajas y demás selectores.
Diferencia entre Preamplificador y Amplificador
Un amplificador también amplifica la señal, pero una vez ya ha sido PREamplificada por el PREamplificador ¿Para qué tantos términos científicos si con un poco de etimología ya se entiende todo? Bromas aparte:
El amplificador amplifica la señal cuando está a nivel de línea para que pueda ser enviada a los altavoces. Es decir, aumenta el volumen lo suficiente como para que los altavoces puedan producir sonido.
Y puede que te estés preguntando que por qué necesitas dos dispositivos diferentes, ¿No se podría amplificar la señal del micrófono de una sola vez para que suene por los altavoces?
Lo cierto es que sí que podrías, pero la razón por la cual no se hace es porque el preamplificador amplifica la señal manteniendo el ruido electrónico a un nivel bajo.
En resumen, el preamplificador prepara la señal para que el amplificador pueda amplificar la señal de manera óptima.
Tipos de Preamplificador
Quizás lo más sensato sea clasificarlos según su sonoridad. De esta manera podemos dividirlos en dos grandes grupos:
1. Transparentes:
Este tipo de preamplificadores están diseñados para amplificar considerablemente la señal (hasta 75 dB en algún modelo) conservando a la vez el sonido original, es decir, sin añadir ningún tipo de coloración (distorsión armónica), lo cual es ideal si vamos a procesar bastante la señal a posteriori utilizando diversos plugins.
Este es el tipo de preamps con el que suelen estar equipados todas las interfaces.
2. Con coloración:

Cuando hablo de coloración hablo de un sonido que es ligeramente modificado por el preamplificador. Esto sucede en preamplificadores a válvulas o tubos de vacío.
A esta coloración se le llama distorsión armónica, y está basada en las frecuencias bajas de la propia señal a volúmenes muy bajos, lo que produce un sonido más cálido.
A pesar de todo, esta coloración es muy sutil, y tan solo un oído realmente entrenado es capaz de captar la diferencia. Es por esto que si estás empezando no te merece la pena gastarte el dinero en preamplificador externo.
Características más importantes de un Preamplificador
- Relación señal/ruido: Normalmente se mide en decibelios (dB). Cuánto más alta sea mejor, pues significará que hay una mayor cantidad señal con respecto a la cantidad de ruido.
- Distorsión armónica total: Se mide en porcentaje, y representa la diferencia entre la señal de audio de entrada y la señal de audio de salida. Como hemos visto antes, los preamps de tubos o válvulas presentan más distorsión armónica, aunque es muy sutil.

Fuente: www.foxaudioresearch.ca
- Respuesta de frecuencia: La presión acústica varía según la frecuencia, es por esto que suele representarse con una gráfica como la siguiente:
Cuando esta variación es muy pequeña se dice que tiene una respuesta plana. Los preamps transparentes tendrán respuestas planas mientras que los que aportan algo de coloración tendrán gráficas más irregulares.
Sin embargo, lo más habitual es que tan solo se especifique como un rango. El más habitual es de 20Hz-20kHz, que es el rango de audición humano.
A pesar de esto, es importante que entiendas que los dB varían con la frecuencia.
- Número de entradas: Normalmente tienen 1, 2, 8 o 16 entradas. Los que tienen 2 entradas son útiles para grabar señales en estéreo desde el mismo preamp, mientras que las que tienen 8 o 16 se utilizan para grabar bandas o conciertos.
Cada entrada tiene su propio preamplificador, así que, como te podrás imaginar, si tiene 8 entradas y vale 300€, cada uno de ellos no va a tener una calidad excelente. Ten en cuenta que hay preamplificadores de una entrada que valen 1000€.
Conclusión
Un preamplificador sirve para amplificar una señal débil, como la de un micrófono, para que pueda ser procesada por el resto del equipo.
Si estás empezando, mi consejo es que te olvides de preamplificadores externos por el momento. Es mejor que te gastes ese dinero extra en una mejor interfaz de audio con mejores preamplificadores integrados y un buen micrófono de condensador.
Si por el contrario ya tienes micrófonos de mucha calidad y quieres exprimirlos al máximo, puede que conseguir un preamplificador sea el siguiente paso.
Los preamplificadores externos pueden ser especialmente útiles con micrófonos con una potencia de salida muy baja, como los micrófonos de cinta.
Si te ha gustado esta pequeña guía te sugiero que se la envíes a ese colega que aun anda un poco perdido en esto del audio, y si te has quedado con alguna duda déjala en los comentarios y te echaré un cable.
Comments
Gracias por el artículo.
Me ha ayudado.